28 de enero de 2015

Temas Tabú I

la Biblia: los temas tabú
En esta ocasión quisiera mencionar una lista de temas que en general, la gente cree que son temas tabú en la Biblia. Mi deseo con este pequeño artículo es ofrecer una defensa de la Biblia relacionada con dichos tópicos. A continuación enumero:

* La política
* El sexo
* La ira y la venganza, la violencia y la guerra
* La esclavitud
* Los pecados de los hombres de Dios
* Diablo y demonios
* Cosas raras que Dios hace

Por el momento no recuerdo otro tema que se considere tabú, pero si viene a mi memoria los mencionaré mas adelante.

En esta primera parte hablemos de:

La política
Por años he escuchado que la política no tienen nada que ver con Dios. He escuchado que el cristiano no debería involucrarse en este ámbito.
Las razones: el mundo está bajo el mandato del diablo, la política es sucia y corrupta, a Dios no le agrada.
La realidad: la Biblia dedica cuatro de sus libros casi exclusivamente a la política; primero y segundo de Reyes, primero y segundo libro de Crónicas. También el primer y segundo libro del profeta Samuel relacionan ampliamente la voluntad de Dios con respecto a la política. Levítico y Deuteronomio que describen la ley de Dios para el pueblo judío, no solo trata asuntos religiosos sino de la vida en comunidad (política) del pueblo israelita, de hecho, la Ley de Moises propone un sistema teocrático como forma de gobierno y en caso de que los judíos quisieran un Rey (monarquía), Dios también les dejó instrucciones (Deuteronomio 17.14-20). La Palabra también menciona personajes que hicieron carrera política fuera de su nación: José hijo de Jacob, Daniel el profeta, Esther, Esdras, Nehemías, entre otros.
En el Nuevo testamento Jesús dijo: Dad al Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios refiriéndose al pago de tributos al Estado y estableciendo que el Cesar no es Dios (Mateo 22.21). Pablo dijo que se hagan rogativas por todos los hombres, por los reyes y los que están en eminencia para que vivamos quieta y reposadamente (1 Timoteo 2.2). En el libro de los hechos, el Espíritu Santo condujo a Pedro para predicar a Cornelio (un funcionario del imperio romano), Dios lo salvó a él  y a toda su familia, Dios no miró que Cornelio era romano y tampoco que ejercía un cargo político, Dios miro las buenas obras y la fe de este hombre. En ningún momento la Biblia menciona que después de su conversión, Cornelio tuvo que abandonar sus labores por mandato de Dios, de hecho su ocupación no le impidió bautizarse (Hechos 10.30-48). Hay otros ejemplos similares pero no quiero alargar tanto este artículo, sin embargo, quiero acotar que no todo cristiano está llamado a inmiscuirse en la política, este asunto es delicado y debe ser bien dirigido por Dios y es conveniente que el hijo de Dios defienda la justicia, la paz y la verdad por encima de cualquier ideología.